Tu diste sentido a mi vida, y luego te perdí, vi en ti un gran amigo, y te entregue mi corazón, ahora me duele que tú no lo quieras pero yo siempre te amaré. Pase de niña a mujer con sólo tu amistad que poco a poco fui convirtiendo en amor. Me enseñaste lo más importante, que vale la pena vivir; pero tú ahora no estás a mi lado y mi vida no tiene sentido sin ti. No te puedes imaginar como me cuesta, te veo en todos lados y te tengo en mis recuerdos. Al menos me queda el recuerdo, de las bonitas tardes de abril, en las que a solas en la playa, me enseñaste a vivir. Tú fuiste el Elegido pero ahora me doy cuenta de que fue una elección equivocada. Fuiste mi primer amor, primer amor no correspondido. Yo lo disfrazé de amistad y nunca te confese mis sentimientos. La distancia me arruino la vida y tú con tu indiferencia el corazón. Hace mucho tiempo que no lo escucho latir, desde el día en que me diste tu último beso. Dijiste que había que luchar y tú te rendiste, dejandote ganar la batalla. ¿Cómo pretendes que yo no haga lo mismo? Hay noches en las que el viento me trae tu aroma, tus palabras, tu recuerdo. Esas noches son las que más te extraño, en esas noches tengo ganas de seguir tu camino. Y adentrarme a ese abismo al que te fuiste, al menos, en esa negrura estaremos juntos, ya que aquí me hallo sola. Tú, tú, y sólo tú me entendias tú, tú, y sólo tú me comprendiste. Me enseñaste lo más bello de la vida y en pocos minutos me lo arrebataste. Eras todo para mi y yo nada para ti, pero aún así yo te seguire esperando hasta que el día del reencuentro seas tú el que me acompañe en ese viaje. Ya que fuiste tú el que me enseñó su cara opuesta: Que vale la pena vivir y que todo se puede conseguir. Esto lo ha escrito Carolina Santos. Alias Karol. |
Monday, November 28, 2005
La cara opuesta
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment