Carta de despedida

Esta carta vuelve a hablar de ti, y aunque no te lo mereces, no lo puedo evitar, vuelvo a derramar lágrimas por ti.

Hoy es una noche más, que se me escapa de las manos, derramando lágrimas que creí olvidadas, desde la puerta de mi corazón.

Han pasado tres años, tres años desde que el dolor me alcanzó y la tristeza se apoderó de mi alma.

Quiero arrancarte de mi corazón, no ser más esa chica vulnerable que todavía se pregunta… porqué, no ser más esa chica que con miedo impide a su ser ver el amor, ahora ya estoy cansada de huir, quiero soñar y dejar de preguntarme… si mañana saldrá el sol.

El dolor ha dejado paso a la inestabilidad, pero es mejor eso, que seguir llorando tu ausencia, mi dolor, tu traición, que ya hace meses que es una espina clavada, sin dulzura, sin sentido.

Me he dado cuenta de que aquel instante en que creí morir, en que creí perderlo todo, me equivoqué, lo admito ante mi misma.

No supe ver el mundo con fe, creí perderlo todo y en la más eterna oscuridad me sumí.

Cerré los grilletes, encadené mi alma, con dosis de lamentación, con dosis de desamor, me desprecié a mi misma y me marché, dándome la espalda, abandonándome por creer que no había solución, que yo no merecía perdón, me aprisioné en una celda de terror, para destruirme a mi misma, sin ninguna piedad, creyendo que ya me tocaba sumirme en la más eterna oscuridad.

Hace días que vengo pensando que ya es hora de acabar con todo, arrancarme las cadenas que me marcan con razón, decir adiós a la tristeza y decirme `` Ya es hora de dejarme vivir y acariciar con mis plumas el rojo atardecer ´´.

Hoy te digo adiós, ya es momento de acabar con esta locura, con esta tristeza, y decirte de una vez por todas que tu vida es una traición, que tu alma se ha invadido de maldad, pero que no me vas a llevar contigo, nunca más volveré a dudar de si debo tener fe.

Sabes bien que te quiero, que no olvido lo que fuiste para mí, sabes bien que no te odio, pues no volveré a perder mi vida pensando en ti.

Ahora debo sonreír, por una simple, que me hace querer sentir, lo admito… soy feliz.




--- Esto no sería posible sin las personas que me han ayudado en mi camino, entre ellas yo misma, pero especialmente les doy las gracias de todo corazón a las chicas del foro, vosotras sabéis quienes sois, y a mi madre, por ser como un ángel en mi vida. Mientras leías estas palabras, mamá… tus ojos se derramaban de lágrimas, y por eso mismo… espero que tú también… te dejes ser feliz. Os kiero mucho a todas, gracias por ser mis ángeles-diablillas, por ser mis niñas, mis cabritas… jeje, os quiero. Nunca dejéis de luchar.