Friday, September 21, 2007

Ser feliz


Ser feliz.

Es a eso a lo que me dedico ahora.

Ya no importa el pasado, lo mal que lo pasé o lo mucho que sufrí, ya no importa, ya quedó atrás, sólo quedan los recuerdos, buenos o malos, que más da, al fin y al cabo, son recuerdos, recuerdos de mi vida, de la gente con la que me encontré en mi camino, para bien o para mal, recuerdos de un tiempo que ya no volverá, y que ya no quiero que vuelva porque no se puede recuperar el pasado, solo se puede vivir el presente.

Llegar hasta aquí, hasta este punto en el que puedo sonreír, y soy capaz de decir `` soy feliz ´´ sin tener que fingir es nuevo para mí, me ha costado mucho, muchísimo, pero ya no me pierdo malgastando mi tiempo en cosas sin sentido como lamentarme u odiarme a mi misma, estoy comenzando a valorarme y no parece ir todo tan mal.

No puedo cambiar lo que fui, tampoco por lo que pasé, pero puedo salvarme la vida, sí, a mi misma, como lo oís, salvar mi vida y no la de otro, porque primero, para ser feliz necesitaba demostrarme que soy fuerte, que puedo vivir sin esas personas que me han hecho mal, que puedo salir a la calle sin sentir miedo, que puedo ser yo misma sin que me crucifiquen, que puedo ser yo misma sin odiarme.

Odiarte, pensar que todo va mal, que todo lo que haces no está bien, que nunca lograrás nada, avergonzarte de ti misma, eso solo te lleva a destruirte, como yo hice antaño, pero ya no lo hago, ya no quiero destruirme, que ingenua fui, creí que eran los demás los que querían mi fin, sin darme cuenta de que yo era mi mayor enemigo, yo misma fui acabando con mi vida, hasta casi quedarme sin aliento, pero fue entonces, cuando decidí acabar con todo, y no, no hablo del suicidio, esas eran ideas pasadas, me refiero a volver a luchar, aunque tuviera que hacerlo de rodillas, no me dejaría arrastrar por el pozo que me ahogaba, y así, de mi misma surgió algo olvidado tiempo atrás, la esperanza y la fuerza que creí muertas, pero que solo estaban dormidas, que habitaban en mi corazón como dice mi amiga el ángel.

Volví a la vida de mi ángel, con sus buenas palabras y con su añoranza hacia mi, y no me arrepiento, porque su fuerza es mi fuerza, y mi fuerza es su fuerza, cuando estamos solas tenemos nuestra propia fuerza, invencibles, y cuando estamos juntas, somos más fuertes, porque su fuerza y la mía se funden en uno.

Ya no quiero la inseguridad de una vida pasada, ahora solo me dedico a ser feliz, y a crear lazos con gente a la que aprecio de alguna manera, escribir a salvado mi vida, se lo debo todo a este sueño que desde pequeña llenó mi alma, y que nunca me ha abandonado, ni si quiera en las malas circunstancias.

Soy feliz, soy feliz junto a mi amiga el ángel, y aunque ella y yo no pasamos mucho tiempo juntas, eso no importa, porque nuestra amistad es algo que no depende de condicionamientos. Soy feliz, soy feliz por mi misma, y los de mí alrededor, esos a los que quiero, me hacen más feliz aún.

Primero me debo todo a mi misma por haber decidido luchar al final, por haber hecho lo que me hacía feliz, y en segundo lugar me encantaría darle las gracias, a esas personas que un día conocí a través de la distancia, que me dieron todo, lo mejor y lo peor de si mismas, queriéndome sin arrepentirse y haciendo el camino unidas de la mano.

1 comment:

Hana said...

Es precioso cariño, y muy profundo. Me alegro, tienes que ser feliz, y todas estaremos contigo siempre!!